Castas políticas amenazadas, por Alfonso Hernández (@alfonsozulia)

Ante la realidad política que está viviendo España, con el surgimiento del movimiento de los indignados, hoy organizados electoralmente en el partido que dirige el politólogo Pablo Iglesias “Podemos”, las castas políticas agrupadas en los partidos tradicionales del Partido Social Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP), se ven fuertemente amenazadas, ante la irrupción de esta nueva generación de líderes, que han logrado conectarse con la población insatisfecha por la clase política tradicional; partidos como Podemos y Ciudadanos, han despertado la esperanza y el deseo de cambio en el país Ibérico.

 

En sintonía con el surgimiento de estas nuevos liderazgos y ante el rechazo a la desgastada clase política, el periodista español Francisco Rubiales publicó par de artículo titulados “El miedo de los políticos y Fracasados”, en sendos artículos el crítico doctor de la comunicación reflexiona sobre el mal que le ha hecho la casta política a la madre patria, considerando a la vez sobre el miedo que comienzan a sentir los políticos españoles ante la oposición ciudadana, dado a su desprestigio y descrédito, miedo a perder poder y privilegios ostentados desde la esfera política, considerando el autor que “los partidos y sus políticos profesionales están desesperados ante el incremento notable de la vigilancia y el control ciudadano a la política y quieren terminar con esa tendencia democrática que les impide seguir ejerciendo el poder sin trabas y con despotismo y abuso”.

 

Rubiales plantea en su artículo  “El miedo de los políticos” que los ciudadanos españoles se  enfrentan  a una democracia degradada y prostituida, donde las instituciones y los medios de comunicación, al estar sometidos al poder, han abandonado su deber de controlar a los políticos, “una democracia sin controles ni contrapesos, como la que se han construido los partidos políticos en España para su propio beneficio”, considerándola ilegítima porque otorga a la casta política poderes tiránicos.

 

En el artículo titulado “Fracasados”, Rubiales afirma que directamente casi uno de tres españoles rechazan a los políticos de su país, considerándolos el tercer mayor problema de la nación, ya que los políticos han acabado con la prosperidad, han destruido los valores básicos, han instaurado la corrupción en las administraciones públicas, han abusado del poder, han sustituido la democracia por una dictadura camuflada de partidos y, sin otro objetivo que controlar el poder y mantenerse en él. Mucho más allá considera el autor que los políticos “han  utilizando todos los recursos del Estado, desde el dinero público a las leyes, sin excluir la fuerza y la propaganda, no para impulsar el bien común y defender el interés general, sino para reforzar su poder y sus privilegios, anteponiendo siempre los propios intereses al de los ciudadanos”; dando como resultado una España postrada.

 

Las reflexiones planteadas por Francisco Rubiales, vistas desde una perspectiva latinoamericana, no escapan en ninguna letra, ni si quiera en una coma ante la realidad política que viven nuestras naciones, verbigracia a la realidad venezolana, asunto que sería interesante de investigar desde la política comparada, si es una realidad global o es la herencia repetida que adoptamos de España, ya que el comportamiento, la manifestación y los síntomas de las democracias en nuestra región reflejan rasgos tan idénticos a la realidad española esbozada por el autor.

 

En tal sentido se requiere de una urgente reflexión, por parte de las nuevas generaciones de políticos, que intentan revivir algunos partidos que están en cuidados intensivos, de igual forma a los que han decidido emprender nuevas iniciativas políticas tendrán la gran responsabilidad de preservar sus esfuerzo ante la agonía y realidad que presentan sus antecesores, ya que a diferencia del pasado, ha surgido una ciudadanía activa, que está vigilante ante las imposiciones de las castas enquistadas en los partidos políticos, castigando a quienes pretendan usurpar a través de la manipulación, el nepotismo y la oligarquía los espacios que hoy pertenecen a la ciudadanía, ya que el pueblo ha entendido que el poder no reside en los jefes de los partidos, el verdadero poder lo tienen los lideres que se conecten con las luchas de la ciudadanía, diferenciándose de las castas políticas del presente y del pasado, que hoy se encuentran amenazadas.

 

DC / Alfonso Hernández Ortíz / Politólogo- Abogado / dialogopublico@gmail.com / @alfonsozulia

 

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