El nuevo día por venir, por Douglas Zabala

He tenido que refrescar la hora exacta de cuando todo comenzó,  porque a partir de ahora nos preguntaremos como  fue  que surgió  la primera rebelión  provocadora de la ruptura infinitesimal del comienzo de la existencia, que  han hecho posible el andar de nuestros días. 

 

DZYa nadie puede seguir hablándome  de la cosmología  y sus aburridos astrofísicos que pasan el día y la noche intentando saber cuando comenzó este enredo llamado insólito universo.

 

En mi díscola cosmografía  he aprendido que la isotropía y la homogeneidad también la puedo ver desde el microonda donde todas las mañanas caliento mi frio café, y como la contracción inicial  universal la  produjo Adán y Eva cuando hicieron el amor por primera vez.

 

Aquellos quienes hayan teorizado acerca de la hecatombe  maravillosa del Bing y el Bang vayan cogiendo palco,  porque aquí desde mucho antes hubo gente boca arriba, que en las noches más oscuras la pasaban deleitándose con las radiaciones cósmicas descubiertas,  y que más de uno anduvo paseando con su amada por las veredas  de este  cuerpo negro y radiante.

 

Lo mejor seria seguir buscando por los confines de nuestro ser la combinación perfecta que hizo posible el surgimiento de los primeros cuásares y galaxias, porque ya de esto Copérnico y todos quienes han delirado por ese cumulo de estrellas  se le humedecieron los ojos y sólo lograron demostrarse lo insignificante que se es ante tanta osadía universal.

 

Que nadie venga con sus anatemas sobre  aquello del Tanaj y sus veinticuatro libros, donde también se explica el origen de todo este embrollo.  Ya de antemano les diré que el primer Profeta y la primera ley no necesitaron de desplazar palabras, letras o señales; le bastó que un hebreo escuchara, un arameo ejecutara y un griego pensara cómo algún día alguien hablara de lo hablado en esta otra cavilación infinita.

 

Al decir de un viejo erudito, aquí el primero en rebelarse fue aquel que andaba bien aburrido por los caminos del perfecto Edén, ante el más perfecto de los perfectos, quien en sólo siete días tuvo la genial idea de hacerlo todo tan a la perfección, que terminó haciendo uno a su imagen y semejanza, para así completar el ciclo imperfecto de la contradicción perfecta.

 

De manera que de todas estas cosas siempre se ha hablado y hasta ahora nadie sabe la razón, de porqué si abarcas mucho poco aprietas o a quien se le ocurrió ese absurdo que el herrero sólo ha de tener cuchillos de palos. Yo he visto morir muchos peces sin abrir la boca y a más de uno desaparecer esperando como algún día desaparecerá esta tormenta.

 

De todo esto también  seguiremos hablando,  ya que  así ha sido desde  el día en que se juntaron el alfa y omega; y así será para siempre, porque  nuestros sueños libertarios son tan infinitos como la esperanza futura en el nuevo año que vendrá  y en el nuevo día por venir.

 

Feliz año 2015

 

DC/ Abog. Douglas Zabala/ @douglazabala

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