Trabaja honestamente. Parte I

El único lugar en donde el éxito está antes que trabajo es en el diccionario.

El trabajo será siempre un factor determinante para lograr éxito en cualquier esfera de la vida, incluyendo el financiero. Debido a ello, un individuo promedio trabaja 100.000 horas en su vida; de hecho, luego de dormir, trabajar es la segunda actividad que más hace. Pero, en un contexto de descalabro económico como el del país: ¿Puede el trabajo sacarnos de una condición económica postrada y elevarnos a los niveles de éxito financiero que anhelamos?

 

Dios creó el trabajo para beneficiarte

 

El trabajo representó  la primera tarea que Dios le asignó a Adán como mayordomo: Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. (1) Dios estableció el trabajo como el medio principal para suplir tus necesidades, y Él espera que en medio de la crisis económica trabajes.

 

El trabajo desarrolla el carácter: No es una mera tarea para ganar dinero.

Mientras el albañil edifica la casa, la casa también edifica al albañil. Mientras edificamos una familia o una empresa, ese trabajo edifica en nuestro carácter paciencia, perseverancia, generosidad, confianza en Dios y visión.

 

El trabajo hecho como para Dios trae recompensa: Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo,  conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor. (2) Comprender el principio de: cualquiera sea tu labor trabaja de buena gana, como para el Señor,  ¡puede cambiar radicalmente la óptica que tienes respecto de todo lo que haces! Te llevará a preguntarte: ¿Para quién trabajo realmente? Lo que hago: ¿Lo estoy haciendo para Dios? Si lo comienzas a hacer todo como para Él, serás más fiel y tu trabajo comenzará a darte más satisfacciones.

 

En tiempos de crisis Dios toma responsabilidades respecto a tu trabajo

 

Él te dota de habilidades para hacer tu trabajo: »Así, pues, Bezalel y Aholiab llevarán a cabo los trabajos para el servicio del santuario,…, junto con todos los que tengan ese mismo espíritu artístico, y a quienes el Señor haya dado pericia y habilidad para realizar toda la obra del servicio del santuario.» (3) Dios es quien da a cada persona el potencial y la semilla para hacer lo que hace. A David, le dio ser pastor y rey. A Daniel, ser un trabajador gubernamental. A Lucas, ser médico. A Lidia, ser una vendedora de telas púrpuras. A Jesús, ser carpintero. Pero no solo Dios te da talentos y destrezas únicas…

 

Dios te da el éxito: Ahora bien, el Señor estaba con José y las cosas le salían muy bien… su patrón egipcio,… se dio cuenta de que el Señor estaba con José y lo hacía prosperar en todo. (4) Hoy, muchos están confiando su éxito a salidas mágicas: A golpes de suerte, al Triple Gordo, al Kino, a la especulación con los precios, y al acaparamiento de los productos. Pero José es ejemplo de cómo Dios prospera a una persona a través de la fe, el trabajo y la obediencia; de cómo Dios controla los ascensos y avances laborales. Haz tu parte y deja a Dios hacer la suya: darte éxito.

 

Trabajar honestamente es un principio de éxito financiero inmutable. Venezuela te necesita a ti y a mí como trabajadores íntegros. Finalizaremos en la próxima entrega.

 

Génesis 2:15 (NVI), Colosenses 3:23-24 (NVI), Éxodo 36:1 (NVI),

Génesis 39:2-3  (NVI)

 

DC / Raúl Parra / Pastor / rlpt10@yahoo.es / @RaulParraT

 

 

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...