Más circo que pan

Dos meses antes de las elecciones municipales del ocho de diciembre pasado, según las encuestas, el oficialismo estaba perdiendo esos comicios. Inventó entonces el Dakazo: una ofensiva contra la especulación y el acaparamiento de artículos electrodomésticos que por momentos permitió a unos pocos vivir la ficción de precios justos, cuyo efecto fue magnificado por una vociferante campaña mediática.

Rafael Venegas / Licenciado, Político y Columnista / @VozdeVanguardia

Logró así revertir las encuestas y terminó ganando las municipales. Pasada la resaca decembrina, las cifras de la economía acabaron con la ilusión efímera: 56% de inflación, 22% de escasez, caída de las reservas internacionales, desaceleración del crecimiento económico, descenso drástico de nuestras exportaciones e incremento brutal de las importaciones.

Se trató solo de un show publicitario con fines electorales: mucho circo y poco pan. Hoy, la campaña contra el contrabando y la escasez de productos básicos que adelanta el gobierno de Maduro es otro show mediático nacido de la lectura de las encuestas, que en más de un 70% lo responsabiliza de la crisis que padece el país. La verdad es que su desastrosa política económica, cabalgando sobre la ineptitud, la demagogia y la corrupción, se encargaron de dilapidar la mayor bonanza petrolera y fiscal que haya conocido nuestra historia. A su amparo se construyó una extensa red de funcionarios civiles y militares que, bajo la mayor impunidad, se acostumbraron al enriquecimiento rápido y fácil: desaparecieron $25.000 millones de dólares en dos años, amasan fortunas en el negocio de las importaciones, sustraen toneladas de alimentos y medicinas que nutren el contrabando, mientras quiebran la economía nacional, someten al pueblo a la carestía y la escasez y reprimen y criminalizan la protesta social.

Ninguno de los problemas denunciados se resuelve habilitando más cajas para el pago en los supermercados o racionando las compras a través del captahuellas. Ninguno se resuelve aumentando la gasolina, devaluando la moneda, vendiendo Citgo o hipotecando el país al capital financiero internacional y a potencias extranjeras. O con shows demagógicos en el Teresa Carreño, a las puertas de un automercado o en un puesto fronterizo. El pueblo no quiere circo ni mendrugos repartidos en largas colas. Quiere vivir y progresar en paz, honradamente, con base en el trabajo productivo y edificante, remunerado con justicia y suficiencia y protegido socialmente. Nada de esto es posible con el actual gobierno.

 

DC/ Lcdo. Rafael Venegas / @VozdeVanguardia

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