Estrabismo puede corregirse si se detecta a tiempo

En muchas ocasiones hemos visto niños y hasta adultos con un defecto visual conocido como el estrabismo, que consiste en la pérdida del paralelismo de los ojos, de modo que cada ojo mira en una dirección diferente, en ocasiones, uno de los ojos es el dominante y el otro se desvía, pero también puede ocurrir que exista alternancia ocular. Es decir, que a ratos se mire con el ojo derecho (desviando el izquierdo) y a ratos, con el izquierdo (desviando el derecho).

Richard Romero, presidente de la Fundación Hospital de Especialidades Pediátricas (FHEP), explicó que el hospital cuenta con el programa de estrabismo en la Unidad de Oftalmología, coordinado por Julia Castejón, donde dos mil 928 pacientes han sido corregidos de este trastorno visual.

“Algunos estrabismos se presentan antes de los seis meses de vida y otros aparecen años más tarde e incluso en la edad adulta. No se puede prevenir pero se puede detectar de forma precoz. Los padres del niño suelen ser los primeros en darse cuenta del defecto visual”.

En algunos casos se presenta de forma intermitente, siendo más frecuente en estados de cansancio o debilidad: fiebre o sueño. Para poder corregir adecuadamente el estrabismo, es muy importante detectarlo antes de los siete años.

Romero indicó que los oftalmólogos pediátricos realizan una revisión completa para valorar el grado de desviación, motilidad ocular, refracción y fondo de ojo. Si existe un defecto refractivo, hay que tratarlo mediante corrección óptica (uso de lentes) y la operación quirúrgica sólo es necesaria, si una vez corregidos los defectos ópticos persiste la desviación ocular.

En la cirugía se operan los músculos oculomotores, que son los encargados de mover el globo ocular y se realiza bajo anestesia general.
“Si tu hijo o algún familiar sufre de estrabismo acércate a la FHEP, donde nuestros oftalmólogos pediátricos ponen toda su experiencia, conocimientos y calidad humana en cada consulta”, dijo Romero.

DC / Nota de Prensa FHEP

Foto: FHEP