El Dilema del Minero Chileno

Jesús González Pirela/ Politólogo y Profesor / @chuogonzalez

 

Una de las historias de los mineros chilenos que más sensación causo fue la de Yonny Barrios, este humilde Chileno tenía un serio problema, su esposa durante 28 años y su amante lo esperaban arriba para enfrentar su engaño, el minero a pesar de la precariedad del encerrado espacio y la posibilidad de muerte se negaba a salir. Yonny le mando 60 cartas a sus mujeres pidiendo perdón y su esposa muy digna decidió no esperarlo. Más pudo su instinto de supervivencia que los problemas que inicialmente parecían enormes al analizarlos en perspectiva perdían fuerza en cada minuto, claro después de 72 días sepultado en una mina, por más brava que estén esas mujeres tienes que salir y buscar una solución. 

Este cuento cada día se me parece más a la coyuntura política actual;  Venezuela esta en el mismo dilema del minero Yonny,  el gran país ve dos opciones entre las cuales elegir, pero sigue dudando, a pesar de la durísima situación social y económica no ve con claridad que camino quiere tomar, su corazón esta divido en dos mitades y tenemos un terrible miedo que no le permite avanzar en la solución del problema.

Intentar entender que esta sucediendo en la psiquis nacional, resultaría un ejercicio de verdadera osadía, pero varios signos nos presenta un panorama poco alentador: Por un lado el gobierno, que en su acción ha demostrado una ineficiencia imposible de imaginar (desabastecimiento, inflación, delincuencia, violación de derechos humanos, corrupción, etc.) y por el otro, la oposición, le presenta al país grandes dudas;  la división, los reproches mutuos y la imposibilidad de explicar un proyecto hace que para el gran país sea muy difícil tomar una decisión,  que en términos generales seria una selección simple entre la opción A y B.  Hoy la balanza pareciera favorecer la opción B, no por lo que ha hecho últimamente, sino por mal que lo esta haciendo la opción A.

El país más temprano que tarde va a decidir salir de la dicotomía y  a pesar de la incertidumbre que representa el cambio, buscará mejores destinos  a la dura realidad que hoy se nos presentan, la situación de ingobernabilidad cada día se hace más insoportable y el tiempo de cambio esta por llegar.

Esta reflexión es el preámbulo para presentar alguno de los puntos presentados el día de ayer por el movimiento Ciudadanos por la Unidad -en el que me incluyo-  y que intentan dar algunas pistas que motiven a la reflexión del país en su conjunto y la necesidad de encontrar caminos de entendimiento.

La necesidad de la unidad más allá de la oposición, una unidad del país por el país.  Nuestra querida Venezuela se ha convertido en un extraño y desconocido sitio donde deambulamos de cola en cola para conseguir alimentos y estamos a la expectativa de la muerte que día a día suma nuevas presa; para romper con este trágico ciclo es fundamental entender que tenemos que unirnos todos los venezolanos en una propuesta de país superior, donde se hace necesario tender puentes a lo interno de la oposición  y a lo externo con todas las personas que hoy chavistas o no están sufriendo las causas de las nefastas políticas del socialismo del siglo XXI; hay un país más allá de la oposición que espera ser seducido y con el que hay que conectarse. Lo que hace necesario reinterpretar los puntos que nos unen y entorno a esto construir una mayoría que permita replantear el proyecto de país, de forma inclusiva y en el que nos visibilicemos todos para encontrar en conjunto un nuevo rumbo, tenemos que entender que hay un solo adversario y lo tenemos al frente no al lado, ese adversario es el gobierno y todas las energías debe direccionarse a cambiarlo lo antes posible por la vía democrática y electoral.

Para la cual debemos romper varios mitos y preconcepciones:

Cambio del lenguaje y la comunicación: El chavismo ha  estudiado  la mejor forma de estructurar y comunicar sus ideas y de destruir las posibilidades de sus adversarios. Y lo lograron. Consiguieron definir las grandes cuestiones políticas en sus términos y etiquetar a sus opositores desde su lenguaje y sus valores. Lo que obliga a repensar que estamos haciendo para convertimos en un alternativa solida  que vaya más allá de la posición defensiva, al menos hasta que nos demos cuenta que algo estamos haciendo y comunicando mal, no seremos capaces de construir una sólida y amplia mayoría de venezolanos comprometidos en construir un mejor país. En la actualidad existe el riegos por la divisiones internas de la alternativa democrática del país,  de perder una nueva oportunidad de consolidar esa alternativa en votos en las futuras elecciones para la Asamblea Nacional del año 2015, estamos en la obligación de modificar nuestro lenguaje y ser agresivamente afirmativo capaces de elaborar un sistema conceptual unificado que organicen y den coherencia a nuestras posiciones políticas y las vinculen con otros valores y sentimientos distintos, que den direccionalidad a un nuevo y vigoroso proyecto político nacional incluyente y democrático. Y esta capacidad de movilizar emociones es un arma de enorme valor en el contexto de la mediatización de la política actual. Algo que urge a los venezolanos demócratas es aprender a hacer las cosas de una manera diferente pues cerca de la mitad del país que voto por Maduro y que  hoy se encuentra molesta, no logra ver una nueva fuerza política que genere niveles de confianza y permite generar junto con ellos una nueva y fuerte mayoría.

Elecciones no sacan dictadura: las elecciones en regímenes dictatoriales son una oportunidad de los demócratas para organizar sus fuerzas entorno a un proyecto, varias han sido las experiencias que hoy nos hablan del éxito que tenemos al organizar a los ciudadanos en una estructura electoral y política nacional, con canales de comunicación y estrategias compartidas que han logrado por la vía pacifica y electoral cambiar a gobiernos dictatoriales. Gran parte de los venezolanos que hoy enfrentan al gobierno muchas veces justificadamente, consideran que es necesario generar violencia, como mecanismo para generar un cambio apresurado de estado de conciencia nacional, desconociendo la fuerza de la palabra como mecanismo eficaz y poderoso para lograr convencer e influir de manera positiva en los que hoy piensan distinto que es posible conseguir en paz un mejor país, sobre la base de la constitución nacional único proyecto en el que todos hoy estamos incluidos.

En este momento de dificultades cuando pareciera ganar la desesperanza necesitamos urgentemente inspiración, tenemos que repensarnos  para construir nuestra nación, todos debemos superar nuestras expectativas.

Dejemos a un lado nuestros miedos, superemos la polarización y reencontremos nuevos espacios, total,  si Yonny el minero no murió cuando salió y enfrentó a las dos mujeres, que además  le encontraron una tercera novia, considero que vale la pena correr el riego de cambiar y encontrar nuevas vías de entendimiento, todos nos equivocamos y debemos ser creativos para encontrar nuevos espacios más inclusivos que generen un proyecto solido que perdure en el tiempo.

DC/ Ptlgo. Jesús González Pirela / @chuogonzalez

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