El loco episodio sucedió el pasado domingo en el partido entre Gigantes de San Francisco y Cascabeles de Arizona.
En las gradas se llevó a cabo una de las mejores atajadas del fin de semana, cuando un padre que cargaba a su hija cogió una bola que salió de foul.
La madre de la pequeña casi experimenta un infarto al ver que casi se cae con la bebé, sin embargo, celebró con efusividad por la hazaña de su esposo.
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