Abogada marcada con terribles cicatrices luego de cirugía estética (Foto)

Una joven tachirense, de 27 años, muestra las cicatrices en su cintura tras practicarse una lipoescultura.

“Esto ha sido una pesadilla realmente, pienso que por uno verse mejor, me resultó totalmente lo contrario, por fuera o con ropa me veo muy bien, pero en mi cuerpo tengo unas cicatrices terribles, que no van a desaparecer; a las mujeres les digo que antes de someterse a una cirugía estética lo piensen muy bien, lamentablemente la sociedad nos lleva a esto, los hombres, el encontrar una pareja, el sentirnos con unos ideales de belleza absurdos, pero primero tiene que quererse uno mismo, para reflejar eso ante los demás y que así los demás nos quieran”.

Con la voz entrecortada, esta paciente recomienda a las mujeres que si deciden practicarse una cirugía estética, que analicen a los doctores, que consulten con varios
Con la voz entrecortada, esta paciente recomienda a las mujeres que si deciden practicarse una cirugía estética, que analicen a los doctores, que consulten con varios

Es el testimonio de una joven tachirense, abogada de profesión, quien se sometió a una cirugía estética hace tres meses, y pasó los momentos más difíciles al resultar con quemaduras en su cintura, aparentemente producto del empleo de láser, y a partir de eso se le abrió una especie de hueco en la piel, que ahora apenas comienza a sanar, pero dejando fuertes cicatrices.

La joven, que prefiere no identificarse públicamente para preservar su integridad, tras haber recibido amenazas, narró que el día 4 de mayo, a las once de la mañana fue intervenida quirúrgicamente para practicarse una lipoescultura y lipoimplante de glúteos, la operación duró dos horas y 20 minutos, aproximadamente, y según parecía todo había salido bien.

Contó que se hizo todos los exámenes preoperatorios, cuyos resultados fueron normales, y por ser asmática, la anestesióloga de la cirugía le informó que no usarían anestesia general, para evitar complicaciones, por lo cual le dio anestesia local o epidural, de tal forma que la paciente estuvo consciente durante todo el procedimiento.

A las puertas de la medicatura forense, donde la abogada se hacía su tercer chequeo luego de formular la denuncia, decidió contar su historia, para exigir se haga justicia en su caso, pero sobre todo para llamar a la reflexión a otras mujeres sobre la decisión de practicarse cirugía estética, sin pensar que las consecuencias pudieran ser peores.

“El mismo día de la operación yo me vi unos morados en el cuerpo, al menos pensaba que eran morados, me decían eso, pero no eran morados, eran quemaduras, el doctor al día siguiente me vio y me dijo que todo había salido bien y comencé a hacerme mi tratamiento de drenajes linfáticos”.

Prosiguió la muchacha, para narrar que: “diez días después me reincorporé a mi trabajo, pero en esos diez días tuve escalofríos, mareos, estuve a punto de desmayarme varias veces, y llegó un momento que el abdomen se me inflamó tanto que fue cuando pensé, yo no estoy bien”.

Decidió ir otra vez al médico que le hizo la intervención, pero el médico que la operó no estaba en el país, estaba otro doctor en su lugar: “me revisó y me dijo que debía ir a la cámara hiperbárica urgente, y le dije que cuál era la razón por la que me envían a eso, varias veces le solicité me informara qué tenía, y no me dijo nada”.

Recordó que la cámara hiperbárica es un equipo para oxigenación, “yo tenía necrosada la piel en la cintura, tenía infección, la piel supuraba, olía muy mal, me hicieron un cultivo y me salió que tenía una bacteria, se me abrió un hueco negro en la cintura terrible”.

“Entonces, además de la cámara hiperbárica, empecé a verme con un infectólogo, me mandó antibiótico por 32 días, endovenoso y oral, luego han pasado casi 3 meses de la cirugía, ya la herida cerró, pero quedaron terribles cicatrices; y el médico argumenta que lo que yo tengo fue producto de una quemadura por una faja, él nunca asumió la responsabilidad, es una respuesta absurda, porque entonces todas las mujeres que usan faja se quemarían así”.

La denuncia

Ante la tristeza, indignación y el gasto de casi 30 mil bolívares en tratamientos para recuperarse, así como el impedimento para reincorporarse a su trabajo, pero sobre todo, el saber que su cuerpo quedará marcado para siempre, la abogada decidió presentar su denuncia legal el día 16 de mayo, y cursa en la Fiscalía séptima del Ministerio Público, por lesiones personales gravísimas, y hasta ahora no han imputado al doctor.

Contó que lleva tres valoraciones médico-forenses: “me dieron reposo de 18 días, uno más de 21 días, y voy para la tercera revisión; la quemadura me generó un hueco, la lipoescultura se hace con una cánula, la abertura para introducir esa cánula la hacen con un láser, los forenses me han dicho que la quemadura la produjo el mal uso del láser”.

Con la voz entrecortada, esta paciente recomienda a las mujeres que si deciden practicarse una cirugía estética, que analicen a los doctores, que consulten con varios médicos, “algo que yo no hice, porque confié en ese médico”.

Además, narró que: “es una operación muy dolorosa, duras un mes drenando, eso nadie te lo dice, pero es la realidad; yo me puse grasa en los glúteos y ahora no puedo correr, porque me duele, no soporto el dolor, eso tampoco me lo dijeron”.

Sumado a la tristeza por ver su cuerpo con cicatrices, también tiene miedo ante las amenazas recibidas: “el médico que me operó me vio después de colocada la denuncia en la Fiscalía, y me amenazó con denunciarme por difamación, sostuvo que yo me había quemado era con la faja, yo tengo miedo de que me pase algo, pero voy a seguir exigiendo justicia hasta el final”.

La Nación

Foto: 

Carlos Eduardo Ramírez

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...