Aunque estaba marcado fuertemente, Neymar mostró su rapidez y no dio tiempo a los zagueros a pensar, logrando convertir la oportunidad del cobro.
El 10 de la ocena carioca dejó atrás las críticas de individualista mostrando que puede jugar en equipo. Sus asistencias han contribuido con las últimas nueve anotaciones de Brasil en la Copa de Confederaciones.
Su próximo rival, muy probablemente Uruguay, es el único obstáculo que le queda para la final en el Maracaná de Rio de Janeiro, que podría ser una revancha para los italianos o el ansiado choque con la favorita España.