Santa Bárbara y Línea Aérea Argentina maltratan a viejitos

Línea Aérea Argentina, día del vuelo 10 de mayo, al llegar al aeropuerto de  Argentina luego de un vuelo de siete horas y después de haber solicitado con antelación el servicio de sillas de ruedas, el mismo no fue prestado ya que no habían pedido dicho servicio, según ella, desde el Aeropuerto de Maiquetía, algo que no se ajusta a la realidad ya que el mismo se encontraba solicitado con suficiente antelación.

Al reclamar dicho servicio, y ratificado por el usuario a la salida de Maiquetía, la Supervisora de Aeromoza, en una forma grosera, desconsiderada y burlona, le dijo al pasajero que además de ser de la 3ra edad tiene que valerse de un bastón para caminar, “camine ya que debe estar cansado de estar sentado”, dicho esto dio la espalda y se fue dejándolo en el lugar y sin ningún tipo de asistencia, teniendo que realizar el trayecto solo y sin ayuda de algún personal de Línea Aérea Argentina.

Segundo caso: Línea Aérea Santa Bárbara, vuelo a Miami del día 29 de mayo, hora  6 am. Quizás aquí el atropello fue mayor, ya que el avión salió con un retraso de hora y media y para colmo, algo de muy mal gusto ya que el pasajero había solicitado dieta especial y la misma no fue servida, ni a la ida, ni al regreso, según lo expresado que la misma no había sido solicitada, algo que también no se ajusta a la verdad ya que la misma, según el denunciante, había sido solicitada desde el mismo día de la compra del pasaje.

El irrespeto se refleja en el poco o nada interés de prestar un buen servicio que al llegar a la ciudad de Miami no tenían la silla de ruedas solicitada, el pasajero al reclamar recibió como respuesta la siguiente perla, por parte de la persona que  fungía de Supervisora de Aeromozas: “Usted no lo solicitó, si quiere se lo pido, pero tiene que esperar por lo menos 20 minutos y debe quedarse aquí para recibirlo”.

Al ver que en el lugar reinaba una gran soledad, la esposa del pasajero le preguntó que quién se quedaba para hacerle compañía, le respondió: “Nadie ustedes deben quedarse solos esperando”, y sin más que esperar dio media vuelta y se retiró del terminal del avión.

Al ver qué pasaban más de los 20 minutos ofrecidos y por el lugar no se veía un alma, la esposa determinó que era mejor irse debido a la soledad del lugar y que además tenían que tomar un transporte terrestre para continuar el viaje y así tuvieron que hacerlo.

Gracias a Dios que cuando habían caminado un trecho pasó por el lugar un empleado del aeropuerto que maneja un carro de esos tipo golf, que se acercó y les dijo que él con mucho gusto los llevaría al lugar donde se llevaba a cabo el registro de llegada.

El caso fue que perdieron la conexión terrestre que debían de tomar y tuvieron que  quedarse una noche en la ciudad de Miami pagando  hotel y llegar el día siguiente al lugar donde debían haber arribado el mismo día de vuelo que partió de Maiquetía.

Haciendo justicia, informaron que las azafatas a bordo siempre se portaron a la altura y que lamentablemente la Supervisora, una señora mayor no supo entender la necesidad de una persona de la 3ra edad con dificultad de movilidad.

Salomón Benshimol R./La Voz

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