YO LO LLAMO IRONÍA PATERNAL

Y miren que mis amigos son todos unos tremendos padres y madres. La verdad es que nunca había visto gente tan dedicada. Un asunto de 24/7 total. Y lo mejor del caso es que todo ese cariño y abnegación no es algo solo de la puerta para adentro, no, que va ¡Que lo sepa el mundo! Mis amigos aman a sus hijos.

No se ustedes, yo al menos tengo recuerdos de mi mamá abrazándome y besándome en mi cumpleaños o en año nuevo, por fuera de esas fechas la verdad cualquier cosa que les diga probablemente es pura ficción o fantasía mía. De mi papá, un tipo de lo más sonriente y ameno, tengo aún menos recuerdos de ese tipo. Sin embargo jamás dude del amor que me tenían mis padres, con todo y que jamás me lo dijeran así de forma tan explícita. Por ejemplo, en el caso de mi mamá, una de sus mayores muestras de amor que recuerdo fue cuando descubrió que había  tallado mis iniciales en las patas de la mesa del comedor que eran de caoba. ¿En qué consistió la muestra de amor? Pues en que sobreviví. Mi papá por su parte era mucho más práctico, el nos sentaba en sus piernas y nos contaba historias de como nuestro abuelo lo ponía a hacer trabajos forzados en el campo, limpiando potreros, o como los castigaba a él y a sus hermanos pegándoles con una cuchara de madera. Entonces me mandaba a mi cuarto y uno le daba gracias por no repetir esos métodos de la inquisición con nosotros.

Claro, yo entiendo que no se puede comparar la fotografía digital de ahora con la fotografía de película que se usaba entonces, y es que los padres con cámara antes no fotografiaban cualquier cosa. A los pocos meses de uno perder la gracia natural del bebé recién nacido, salir en una foto se convertía casi que en un acto heroico. Y no es mentira, la última foto que me tomó mi papá fue una en la que salgo sobre una montaña de cadáveres de invasores persas que intentaban conquistar Grecia, aunque existe la posibilidad que ese recuerdo lo inventé después de quedarme dormido viendo 300, en fin. Uno aprendía que si querías salir en una foto te tocaba pararte al lado de alguien o de algo que tus padres estuvieran realmente interesados en fotografiar.

Pero por muy espartano que hay sido mi padre sí me dijo una vez que me amaba, me lo dijo ya de grande, una de esas tardes en las que se sentaba a tomarse una cerveza. Me lo dijo y me abrazó y fue la única vez en mi vida consciente que hizo algo así, y por eso lo valoro tanto. Porque siempre supe que era amado por mis padres a la vez que siempre supe que nunca expresaban sus sentimientos a la ligera.

Nadie valora realmente las cosas que son ganadas sin esfuerzo, y el amor no se escapa de ello. Yo que aún no tengo hijos no puedo criticar a nadie hasta no vivir yo mismo la experiencia de la paternidad pero como dijo alguien por ahí: Todos se preocupan por dejar un mejor mundo para nuestros hijos, pero también hay que dejar buenos hijos para el mundo.

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...