Joven de 17 años, envenenó y quemó a sus padres

Según informa el diario mexicano, La Mañana, Ana Carolina envenenó a sus padres adoptivos y después les quemó en su casa de Chihuahua, México. Para perpetrar el crimen contó con la ayuda de su novio José Alberto, de 18 años, y un amigo, Mauro.

Cuando la madre de Ana Carolina, Elbertina de 70 años, se encontraba en la cocina fue asaltada por Mauro que la asfixio hasta que perdió la conciencia, después le inyectaron insecticida con cloro para asegurarse de que muriera. Minutos después llegó el padre, de 90 años, con el que realizaron la misma operación. Después quemaron los cadáveres.

Al día siguiente la familia denunció la desaparición de la pareja y Ana Carolina, con total frialdad, contó una y otra vez su estudiada versión, en la que aseguraba que ella no sabía nada de lo ocurrido.

Finalmente fue su novio el que no soportó la presión y confesó todo lo ocurrido. Los tres jóvenes están ahora detenidos. Ana Carolina cumplirá un máximo de 15 años privada de libertad, pero sus dos cómplices se enfrentan a una condena de cadena perpétua.

La policía no da crédito a la tranquilidad y frialdad con la que Ana Carolina fue capaz de mantener su historia y han determinado que padece una psicopatología de nivel 9. Cuando fue preguntada en su celda sobre cómo se sentía, la joven contestó con un frío “libre”.

Ana Carolina fue adoptada desde pequeña por Albertina y Efrén, sin embargo siempre supo quien era su madre, misma que falleció hace 5 años víctima de VIH, su padre bilógico murió hace varios años y tiene una hermana mayor que ella.

A pesar del conocimiento de su situación familiar, las personas allegadas a la familia afirman que la adolescente se comportaba con sus padres adoptivos de lo más normal: como toda adolescente llegó a discutir con su madre por teléfono, le iban a regalar un carro y esperaban poder mandarla estudiar a Estados Unidos.

La Fiscalía de Chihuahua busca que los 3 jóvenes sean condenados por homicidio con todas las agravantes de la ley: premeditación, alevosía, ventaja y traición. De acuerdo al Código Penal vigentes el delito puede castigarse con prisión vitalicia, sin embargo, el caso de Ana es especial ya que se trata de una menor de edad.

La Ley Especial de Justicia para Adolescentes Infractores del estado, estipula que la pena máxima a pagar para la menor sería de 15 años de prisión.

DC/ Agencias 

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