EL NUEVO REY MIDAS DE LA POLÍTICA VENEZOLANA

La parábola de la mitología griega, tiene similitud con la política venezolana. Desde 1958 hasta ahora, Venezuela ha tenido líderes nacionales con una fuerza espiritual y material para transmitir su liderazgo, para interpretar el país como un todo, nunca lo concibieron por pedazos ni en segmentos o separación ideológica, tuvieron el carisma de comprenderlo con un sentido de pertenencia nacionalista y soberana. Entre ellos, contamos con personajes de la talla de: Rómulo Betancourt Luis Beltrán Prieto Figueroa Rafael Caldera, Jovito Villalba, Raúl Leoni, Luis Herrera Campins, Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez. Estos líderes históricos, cometieron errores porque imponían decisiones políticas, pero apoyaron a dirigentes regionales de su agrado que representaban la mayoría y el sentimiento de los ciudadanos. No postularon dirigentes, como por ejemplo lo hizo Hugo Chávez, imponiendo para gobernaciones cuadros del partido a trocha y mocha en todos los estados del país, dando un mal ejemplo político en la toma de decisiones, así como en la forma de administrar los recursos públicos, desconociendo realidades locales, regionales y nacionales.

En este siglo 21, Venezuela cuenta con liderazgos como el de Henrique Capriles. Cuando emerge un líder nacional con las condiciones de Capriles, conocedor de la realidad en los estados, los municipios, las localidades más recónditas del territorio nacional, se debe reflexionar sobre la referencia de su liderazgo, la oportunidad de apertura que tiene la democracia y los liderazgos emergentes, cuyo objetivo es responder a los intereses de la gente de esta sociedad, fatigada de tanta política, para contribuir a devolverle nuevos espacios a la ciudadanía.

Henrique Capriles tiene una oportunidad histórica para demostrar, por encima de todos los partidos políticos, de toda la intriga política de los aparatos del Estado, incluyendo un sector de la FANB e incluso de personajes siniestros, quienes lo califican de fascista y lo quieren asociar con prácticas de tortura, desapariciones, persecución, represión, efectuadas en la época de la guerrilla en Venezuela y la posterior lucha armada urbana, craso error de percepción política. Lo quieren criminalizar por los suceso del 15-A, es decir, pretenden penalizar los derechos humanos de más de 7.500.000 venezolanos que aun piden explicación y respuestas al moribundo CNE acerca de los resultados electorales, por ello, no puede haber pacto más importante que un acuerdo de reconciliación nacional con la gente, con las instituciones, con la sociedad civil.

El nuevo liderazgo de Capriles, molesta a muchos personajes de la vieja política y de la implantada en el país desde 15 años, donde se reciclaron personajes funestos de la anti política y se presentan como “revolucionarios dignos y humanistas”. Por ello, debemos reclamar con insistencia democrática e institucional la convocatoria al proceso electoral municipal, muy atrasado donde la oposición, profundamente desea revisar los liderazgos locales. Por esa razón, es oportuno exigir, demandar a la Asamblea Nacional la designación del comité de postulaciones urgentemente para elegir los nuevos rectores del CNE cuyo periodo ya venció y es menester nombrarlos. Eso es lo pronto, porque el oficialismo teme que Capriles, en su condición del Rey Midas de la política venezolana, toque el liderazgo emergente de la Unidad y lo convierta en oro, y paralelamente toque las fibras débiles de este régimen de 15 años y lo liquide por INANICION.

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