Liduzka Ortega, madre de uno de los niños, manifestó que el día de ayer el dueño de la casa, donde funciona la escuela, ordenó a los propietarios de un centro comercial que se construirá justo al lado del taller tumbar una pared y suministrarle electricidad, esto ocasionó un corto circuito mientras los alumnos se encontraban en los salones de clases, generando caos y escombros en las instalaciones del centro de formación escolar.
La institución tiene más de 6 años en funcionamiento, presentando una matrícula de 50 niños con diferentes discapacidades, con edades comprendidas entre 15 y 25 años, donde se les enseña un oficio y así poder insertarse en el campo laboral, pero la formación está en juego por no poseer una sede propia.