Carta de un chavista para Maduro: Líder sólo fue Chávez, ahora tú eres un medio para alcanzar un fin

En ella, hace duras críticas hacia el Ejecutivo. “Una de los legados de Chávez fue la unidad dentro de la diversidad. Sí, somos diversos, pero otro de los legados que nos dejó Chávez es dejar claro que el chavismo es socialista y bolivariano o no es chavismo. ¿Es posible entonces que alguien por ponerse una franela roja o decirse «madurista» ya es automáticamente chavista y revolucionario?”, dice parte de la carta.

El crítico señala que Maduro sólo es “un medio para alcanzar un fin” y es el legado que dejo el presidente Chávez tras su fallecimiento.

Resalta que varios dirigentes del Psuv han pedido que sea sacado del partido por sus sinceras declaraciones ante las fallas del Gobierno.

He aquí la carta completa e íntegra y saque usted sus propias conclusiones:

Una de los legados de Chávez fue la unidad dentro de la diversidad. Sí, somos diversos, pero otro de los legados que nos dejó Chávez es dejar claro que el chavismo es socialista y bolivariano o no es chavismo. ¿Es posible entonces que alguien por ponerse una franela roja o decirse «madurista» ya es automáticamente chavista y revolucionario?”, dice parte de la carta.

En la política revolucionaria, socialista y chavista que estamos construyendo con base en el legado de Chávez, la premisa debe ser siempre sumar, nunca restar y al enemigo neutralizar. Mientras la oposición nos llama «hordas», nos menosprecia, nos discrimina, pero sabe que necesita de nosotros para sus pretensiones de poder, Chávez siempre abrió los brazos para aquellos que desearán reflexionar y ver las cosas buenas de la revolución bolivariana. Pero también demostró que abrir los brazos no es ser pendejo.

En junio del 2010, 42 jóvenes de Primero Justicia se pusieron una franela roja y sin medias tintas fueron aceptados como revolucionarios, recientemente William Ojeda y hace poco el diputado Hernán Núñez se colocan una gorra roja con su franela respectiva y son vanagloriados, aplaudidos y colócalos en primera línea de los eventos revolucionarios.

A esto debemos sumar a un conjunto de artistas que lloraron por la finalización de la concesión de RCTV, o que simplemente nunca se pronunciaron públicamente pero firmaron en contra de Chávez, y ahora se declaran maduristas. Y la tapa del frasco, uno de los líderes de los manosblancas, expresidente de la FCU de la UCV en la época de mayor ejercicio de desestabilización política que se basó en el uso de la juventud como carne de cañón y tontos útiles de la derecha venezolana, junto a otros dos diputados suplentes, se les prepara la cama, suavemente, para que vengan a ser recibidos como ejemplo de juventudes: Ricardo Sánchez y compañía.

Debo confesar que lamento tener que perder algo de tiempo escribiendo estos nombres y analizando este tema. Estoy seguro que más importante es hablar del Estado Comunal, del Poder Popular, y de tu reto Presidente Maduro para mantener el legado de Chávez, pero me veo obligado a tocar el tema, no por un asunto personal contra esos personajes, sino, por el ejemplo que se le dá a la militancia revolucionaria desde la ética política.

Si algo me dejó claro Chávez, es que la diferencia entre la oposición y el chavismo es que el chavismo además de tener conciencia de clase, es antiimperialista, socialista y lucha por ende contra el capitalismo.

A Chávez nunca le tembló el pulso para decirle a los otros que podían incorporarse a nuestro seno, pero con la claridad de estos términos. Cuando veo que ahora el requisito pareciera ser sólo ponerse la franela roja, y hablar de un socialismo light en el mejor de los casos, me entra un terrible temor: ¿el pragamatismo electoral, ante una victoria evidente nos hace contradictoriamente flexibilizar en cosas donde deberiamos ser inflexibles? Recomendaría a los que recientemente se incorporan que pasaran por el sistema de formación político-ideológica del proceso revolucionario, pero la verdad es que este aún no existe. ¿Entonces qué hacemos?

Yo votaré por ti Maduro, porque me lo pidió Chávez y porque eres un conductor de autobús que creció en el rigor de la lucha política, me identifico con tu origen de clase obrera, proletaria, y espero que tú y tu equipo entiendan que el rol que he definido para mi vida dentro de este proceso revolucionario no es el de adulador ni «prebendero», sino el de un crítico, propositivo y leal analista, polítólogo, comunicador y activista de base.

Es por ello que recomiendo empezar a ubicar la atención del discurso en temas centrales, tales como el posicionamiento de la economía comunal, la construcción del Estado Comunal, el rol del sector privado en el desarrollo del país, la transformación de las estructuras del Estado, el método para la superación del rentismo petrolero, la forma de aplicación del Plan de la Patria dejado por Chávez ( cuya instrucción antes de morir fue el de ser discutido y ampliado desde las bases, cosa que no se ha mencionado más), el método de colectivización de los procesos decisionales desde lo político, la operacionalización de la fórmula para la resolución del problema inflacionario y de devaluación; discutamos el precio de la gasolina, presentemos el método para la superación del problema de la inseguridad y otros temas que quien lee puede ir incluyendo sin problema.

Pensar que el pueblo venezolano va a votar más o menos porque Winston Vallenilla (a quien respeto por su trabajo, menos en el rol de la guerra de los sexos, bodrio sexista de la televisión venezolana) diga que está «rodilla en tierra», puede ser un acto de menosprecio a la inteligencia del pueblo que ha crecido en su cultura política gracias a Chávez, prefiero a Dario Vivas con su voz gruñona. Dejemos las sumas que no suman nada, y sumemos al pueblo, la base opositora honesta que quiere respuestas, movilicemos a nuestras bases, que quieren que por ser críticos y leales no se les señalé de «pagados por la Cia» o «quinta columnas».

Vamos Maduro, el pueblo chavista, venezolano, latinoamericano y mundial está pendiente de ti, tú eres el conductor de un proceso donde no eres el líder, líder sólo fue Chávez, ahora tu eres un medio para alcanzar un fín, el fin de que sea el pueblo su propio líder.

No creo necesario un baile de Maduro aunque sea divertido, no creo necesario un muñeco de Maduro aunque sea gracioso, no creo necesario un silbido de Maduro aunque suene bien, no es necesario que te rodees de «sifrinos bolivarianos» tal como tú los llamaste, es necesario para la revolución que te rodees e incorpores más campesinos, obreros como tú, amas de casa, intelectuales orgánicos, afrodescendientes, indígenas, jóvenes, homosexuales, emprendedores honestos, artistas de calle, dirigentes de los partidos aliados; quiero un conductor para la construcción del Estado Comunal, no dejes que la farándula política te distraiga, sé que tú eres el hombre, Chávez me lo dijo, y a pesar de que algunos de los que quizás están a tu lado de manera infructuosa han pedido mi expulsión o sanción en la Dirección Nacional del PSUV por lo menos tres veces en los dos últimos años -sin argumentos ni bases sustentables, por lo que pienso, por lo que digo, por lo que escribo y por lo que hago públicamente, éstos no han podido alcanzar su objetivo sectario, ya que mi crítica, compromiso y lealtad es a toda prueba-, al final, por el socialismo bolivariano y por Chávez, quiero que sepas que debemos elevarnos ante las miserias humanas, por lo que ¡cuentas conmigo, adelante!

DC/ Analítica.com 

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