Tragedia en Brasil: había más gente de la permitida

Nueva información brindada por la Policía revela que la discoteca tenía una capacidad máxima para 691 asistentes, pero el día del siniestro había entre 900 y 1.000, de acuerdo con un artículo publicado en el diario Folha de San Pablo.

Pero esa no es la única irregularidad. Además de estar colmado, el lugar no contaba con suficientes salidas de emergencia. Solo una de las puertas estaba habilitada. Si todo esto no hubiera sucedido, la salida del local hubiera podido ser más rápida y habría menos víctimas mortales.

La mayoría de las muertes se produjo por asfixia, mientras que varias personas fallecieron aplastadas por la marea humana que intentaba escapar del lugar, según la información brindada por los bomberos.

Por otro lado, nunca debió estar permitido el uso de fuegos artificiales en el recinto, en especial, teniendo en cuenta que la goma espuma que revestía el techo no era ignifuga. Uno de los integrantes de la banda Gurizada Fandangueira tiró la bengala que inició el incendio y desencadenó la tragedia.

La discoteca tampoco contaba con una habilitación en regla. El permiso había vencido en agosto. Distintas versiones indican que los propietarios de Kiss habían recibido una prórroga hasta noviembre. Dos meses más tarde, todavía no habían renovado la autorización, a la vez que ningún inspector detectó la falta.

A esto se suma que las filmaciones del interior de Kiss, que ayudarían a esclarecer la situación vivida en la madrugada del 27 de enero, desaparecieron. La Policía teme que estas pruebas hayan sido borradas.

Debido a estas irregularidades, la Justicia está investigando a los dueños del boliche. Mauro Hoffmann y Elissandro Callegaro Sphor fueron detenidos y enviados a prisión de manera preventiva. Junto a ellos, fueron arrestados dos de los músicos de Gurizada Fandangueira.

El trágico hecho comenzó entre las 2 y las 3 de la madrugada en el mencionado establecimiento, ubicado en la ciudad de Santa María, en Río Grande Do Sul. Los bomberos debieron abrir agujeros en las paredes para poder rescatar las víctimas. Aparte de los 231 fallecidos, en su mayoría jóvenes universitarios, hay 112 heridos, 79 de los cuales se encuentra en grave estado.

Infobae