Despiden al chofer entre protesta y llanto

El cuerpo del infortunado reposaba en la sala de la casa materna, en el barrio Teotiste de Gallego. A las 11.00 de la mañana el ataúd fue llevado en procesión a la sede de la línea de carritos por puesto Bella Vista, donde trabajaba desde hace 14 años.

Hermanos, sobrinos, hijos y padres de Arijona se lamentaban ante la pérdida de su ser querido. Estaban dolidos porque Jesús era un hombre bueno y murió trabajando.

"No queremos que de esto se haga una bandera política, queremos más seguridad y que la muerte de mi hijo no quede impune. ¿Quién me va a reponer a mí la perdida de mi hijo?", decía Manuel Arijona, padre del infortunado.

Quieren justicia

En señal de protesta contra el hampa, Erasmo Alián, presidente de la Central Única de Trabajadores del Transporte, exhortó a las autoridades a trabajar en el homicidio de Arijona. "Queremos que en 72 horas nos enseñen los rostros de los responsables. De no hacer nada los cuerpos policiales, tomaremos la ley en nuestras manos".

Compañeros de trabajo del infortunado se apostaron frente a la sede de la línea, en la entrada de Santa Rosa de Agua, y cerraron el paso a manera de presión, por el segundo asesinato de uno de sus miembros en el mismo año. El primer homicidio a un chofer de Bella Vista ocurrió hace ocho meses cuando la víctima regresaba a su residencia después de la jornada laboral.

Por su parte Luis Ospino, presidente de la cooperativa Bella Vista, indicó que se trata de una situación inaceptable, ya que Arijona murió por defender su vehículo, que era el medio de sustento para él y su familia. "Lo mataron por matarlo, querían quitarle el vehículo y ni siquiera se lo llevaron".

DC